El rey malvado es la segunda parte de la trilogía de Los habitantes del aire de Holly Black.
Premisa[]
Debes ser lo bastante fuerte para golpear, golpear y volver a golpear sin desfallecer. La primera lección es alcanzar esa fortaleza.
Descripción[]
Tras descubrir que Oak es el legítimo heredero de Faerie, Jude hará lo posible por mantener a su hermano pequeño a salvo. Para ello, se ha convertido en el poder a la sombra del reinado de Cardan. Sin embargo, Cardan hace todo lo posible por humillarla y menospreciarla a pesar de que su fascinación por ella sigue intacta.
Cuando es más que evidente para Jude que alguien cercano a ella pretende traicionarla, tratará de averiguar de quién se trata mientras lucha por mantener a raya sus sentimientos por Cardan.
Resumen[]
Después de ayudar a Cardan a ascender al trono al final de El Príncipe Cruel, Jude debe navegar por su precaria posición como el verdadero poder detrás del trono. Había manipulado a Cardan para que le sirviera durante un año, asegurándose así de seguir siendo la soberana de Elfhame en todo menos en el nombre. Como senescal, Jude se enfrenta a constantes amenazas: de enemigos políticos, de la Alta Corte de Elfhame e incluso de su propia familia.
Las tensiones aumentan mientras ella trabaja para mantener el control sobre Cardan y la estabilidad del reino. La política de los habitantes es despiadada, con facciones y cortes rivales que buscan cualquier oportunidad para destronar a Cardan. Las relaciones de Jude son complicadas, especialmente con Cardan, cuyo comportamiento errático y desdén hacia ella hacen que sus interacciones sean tensas pero magnéticas. Existe una profunda atracción entre ellos, aunque ambos se resisten, ya que la confianza sigue siendo un bien frágil.
La posición de Jude se ve aún más amenazada por el Undersea, gobernado por Orlagh. Orlagh es la Reina de los Mares Submarinos, que planea derrocar a Cardan y colocar a su hija, Nicasia, en el trono de Elfhame. La alianza entre la tierra y el mar es delicada, y Orlagh ve una oportunidad para explotar la inestabilidad del reinado de Cardan. Nicasia, que una vez tuvo una relación con Cardan, también desempeña un papel importante. Se encuentra dividida entre la lealtad a su madre y sus propios deseos.
Mientras se ciernen amenazas por todas partes, Jude también debe enfrentarse a la reaparición de su padrastro, Madoc. Madoc busca recuperar su poder y, posiblemente, el trono. Complica los intentos de Jude por mantener el control sobre la corte de Elfhame. Su brillantez estratégica lo convierte en un adversario peligroso, y Jude lidia con el conflicto personal de enfrentarse a su padre en la batalla.
El clímax de la historia gira en torno a un complot orquestado de Orlagh y Nicasia para secuestrar a Jude y obligar a Cardan a someterse a sus ordenes Jude es capturada y llevada al Undersea. Allí se enfrenta a un duro trato, pero sigue decidida a proteger el trono. Al final, Cardan coopera con su rescate, demostrando que, a pesar de su compleja relación, hay capas de cariño entre ellos. Sin embargo, el rescate conduce a una serie de acontecimientos que revelan traiciones ocultas y juegos de poder.
En el acto final, la cuidadosa manipulación de Jude se desmorona cuando Cardan la burla, anulando su voto de obediencia. La exilia al mundo de los mortales con el pretexto de enviarla en misión diplomática, dejándola impotente y traicionada. El libro termina con Jude en el exilio, sintiéndose derrotada pero decidida a encontrar la forma de volver a Elfhame y reclamar su posición.